Cirujano plástico haciendo marca en la parte posterior de una oreja

Las “orejas de soplillo” son más visibles con el uso de mascarillas y el pelo rapado

Según datos de la Sociedad Española de Cirugía Plástica Reparadora y Estética (SECPRE), un 5% de las y los residentes del Estado tienen las orejas prominentes; y, dentro de ese porcentaje, un tercio precisa cirugía para resolver este problema. La solución más demandada es la cirugía de otoplastia, una intervención para reducir el tamaño del pabellón auditivo o colocar correctamente las orejas prominentes llevándolas a una posición más normal pegadas a la cabeza.

Mascarillas y estilismo

En el caso de las chicas, especialmente jovencitas con largas melenas, el defecto se disimula bastante bien. Pero la moda del pelo rapado total, mullets o estilo hipster masculina ha vuelto a sacar a la luz pabellones de considerable tamaño.

Si a ello le unimos la necesidad de usar mascarillas como consecuencia de la pandemia, el resultado son unas orejas más prominentes, separadas del rostro y plagadas hacia afuera, lo que aumenta todavía más su visibilidad.

No es por eso extraño que el número de intervenciones de esta especialidad de la cirugía estética y reparadora haya aumentado casi un 10% en tan poco espacio de tiempo.

Baja autoestima

Las orejas de soplillo son uno de los mayores complejos estéticos que pese a no ser un problema de salud, afecta duramente en la autoestima de las personas de todas las edades

Como medida de prevención de males mayores con el paso de los años, muchos progenitores aconsejados por sus especialistas, someten a esta intervención quirúrgica de “recolocado de orejas” a niños y niñas de entre 4 y 14 años.

Y es que no debemos olvidar que nuestras extremidades faciales: nariz y orejas, aunque realmente no sigan creciendo hasta nuestro fallecimiento, dan esa sensación porque el cartílago y la piel que los soporta cede y cae, en definitiva se alarga, con el paso del tiempo.

Recolocar o redimensionar

En ocasiones los pacientes también solicitan reducir la dimensión vertical o el tamaño global de la oreja. La reducción del tamaño es una técnica más laboriosa que se realiza mediante un tallado del cartílago auricular a través de una cicatriz imperceptible detrás de las orejas.

La intervención en adultos y adolescentes se realiza con anestesia local y no precisa ingreso. Al contrario, en los casos de niños y niñas muy pequeños se aplica anestesia general para evitar que durante la operación se muevan o sufran tensión y desasosiegos innecesarios.

Durante el postoperatorio el paciente debe llevar un vendaje compresivo durante 2 o 3 días. Tras la retirada del vendaje los efectos de la operación ya son visibles.

Si está pensando en realizarse una operación de otoplastia, no demore su decisión ya que es una sencilla operación con escasas molestias. Consulte con nuestro equipo de especialistas de la Unidad de Medicina y Cirugía Estética Muguerza-Franco de la Clínica Euskalduna llamando al 94 410 62 86.

Fuente: SEPCRE-GCI Imagine

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