Con un par de pinchazos, los foxy eyes o cat eyes pueden levantar la mirada, abrirla y de paso cambiar ligeramente la forma del ojo. Un retoque que tarda pocos minutos y que se ha convertido en uno de los más populares por sus inmediatos efectos y que utilizan las modelos más cotizadas del mundo como Bella Hadid o Kendall Jenner.
Tal y como explica el equipo de Cirugía y Medicina Estética de Clínica Euskalduna “se trata de dar a la mirada un aspecto felino con una ceja ascendente que sube en su parte final creando un arco mucho más elevado de lo habitual”. Un aspecto similar al que tienen animales como los zorros y de ahí el nombre de foxy eyes y que también nos recuerda las miradas felinas.
Las técnicas habituales para conseguir este efecto suelen ser la colocación de dos hilos tensores desde la zona que deseamos tensar hacia el extremo exterior la o aplicación de toxina botulínica combinada con ácido hialurónico.
Hilos tensores
Hay dos tipos de hilos tensores: los de PDO absorbidos en unos tres meses y con efectos de entre nueve y 12 meses, y los polilácticos reintegrados por el organismo en unos seis meses, y cuyos efectos se mantienen entre un año y medio y dos años.
También se pueden distinguir según su forma, si son lisos o espiculados –una especie de espinas bidireccionales que actúan como un ancla en la piel y se aplicarán en función de las necesidades que tenga el paciente. Si es solo dar luminosidad o quitar arrugas finas se utilizarán los lisos, pero si la piel está caída, o se quieren levantarse recomiendan los espiculados.
“Se coloca un hilo o dos a cada lado del rostro que van desde la V externa del ojo hasta la parte superior del cuero cabelludo para tensar la zona y conseguir esa mirada gatuna, creando un efecto natural”, puntualizan los especialistas de Muguerza – Franco.
Inicialmente la tensión se nota mucho, siendo muy marcada, pero en un par de días desaparece creando ese aspecto deseado y juvenil. No obstante, para que el resultado sea mucho más efectivo debería ponerse un nuevo hilo de refuerzo a los seis meses y combinarse con infiltración de toxina.
Toxina y hialurónico
Hay quien que no es fan de los hilos y prefiere las infiltraciones. En este caso se aplica toxina botulínica y ácido hialurónico debajo del tercio externo de la ceja, lo que crea su elevación y el aspecto de un ojo con forma de almendra.
“Además, prosiguen en la Clínica Euskalduna, si las zonas de las sienes no son las deseadas o están un poco hundidas, al rellenarlas con ácido hialurónico se consigue también el mismo efecto de elevación junto con el rejuvenecimiento facial”.
Cambio generacional
Pero las modas no pueden imponerse a la lógica y esta moda, animada por las nuevas apps que podemos utilizar en nuestros móviles para retocar nuestras fotos y parecernos cada vez más a las top models y la publicación de imágenes con este efecto en Instagram está cambiando a las y los usuarios de medicina estética. “Hasta ahora las intervenciones con hilos tensores, aclaran en Muguerza-Franco, se efectuaban en mujeres y hombre a partir de los cincuenta años. Sin embargo, con tops tan jovencitas se ha producido un efecto mimético y ahora son cada vez más las demandantes de esta técnica de entre 20 a 35 años”.
Efecto contrario
Pero, aunque estos tratamientos parezcan sencillos, la pericia de los y las profesionales que los realizan debe ser alta porque no es la primera vez que vemos a jóvenes y no tan jóvenes por la calle con unas cejas similares a las que lucía es señor Spock en “Star Trek”. Nada de aspecto felino y ojos almendrados, al igual que en la famosa saga lo que se consigue es todo lo contrario, parecer de otro mundo.
Actualmente Instagram resulta muy perjudicial para muchas personas, que ven minada su autoestima y crean nuevos arquetipos de belleza totalmente irreales y fuera del alcance de cualquier humano medio. La red social es conocedora de este problema y aunque en 2019 anunció que iba a prohibir los filtros con efecto de cirugías plásticas, todavía no han tomado cartas sobre el asunto.
Así que antes de animarse alegremente a hacerse un tratamiento, es imprescindible la opinión de los profesionales de la Medicina y Cirugía Estética, como los del equipo de Muguerza – Franco en la Clínica Euskalduna.