A pesar de que el aumento de pecho supone una de las intervenciones más realizadas en el mundo de la cirugía estética, en los últimos años ha aumentado considerablemente las operaciones con el efecto contrario, las mamoplastias de reducción.
La reducción de pecho consiste en un procedimiento quirúrgico para disminuir el tamaño de las mamas gracias a la eliminación del exceso de grasa, piel y tejido mamario .
¿Por qué realizar una mamoplastia reductiva?
Este tipo de operación esta destinada a personas que sufren problemas tanto físicos como emocionales derivados del gran tamaño de sus senos.
El exceso de peso afecta directamente a la estructura de la columna vertebral y produce la comprensión de los nervios, causando grandes dolores en diferentes partes del cuerpo como la espalda, el cuello o la zona lumbar.
Es frecuente también que la piel se vea dañada. La zona inferior de la mama es más vulnerable a las rozaduras, el calor y el sudor lo que favorece la aparición de irritaciones e infecciones cutáneas en la zona.
Además, unos pechos muy grandes pueden influir emocionalmente sobre una mujer. Su vida cotidiana puede verse influenciada sobre todo a la hora de hacer deporte o encontrar ropa que les siente bien. A esto hay que añadir que muchas de ellas se sienten inseguras a la hora de socializar con otras personas puesto que de jóvenes han sido objeto de burla.
La operación
El objetivo de la operación es proporcionar unos pechos más pequeños, firmes y ligeros y siempre proporcionales al resto del cuerpo del paciente.
Este tratamiento dura entre 2 y 4 horas y puede llevarse a cabo bajo anestesia local o con anestesia general, ello dependerá de las características personales del paciente y sobre todo del tamaño a reducir de las mamas.
Existen diferentes formas de llevar a cabo esta intervención pero a rasgos generales el cirujano realiza una incisión hacia abajo en línea vertical desde la areola, la zona que rodea el pezón, y continua en línea horizontal en el surco de debajo del pecho. A través de estas incisiones se extirpa el exceso de piel y tejido mamario para después recolocar la areola y el pezón en su nueva y correcta posición.
Nuestros cirujanos recomiendan que la personas que quieran someterse a una mamoplastia reductora estén en buen estado físico, eviten medicación que pueda aumentar el sangrado como los inflamatorios y no hayan fumado en los dos meses previos a la intervención.
Tras la cirugía
Tras la intervención, es importante seguir las indicaciones de los cirujanos plásticos. Estos mantendrán el contacto con los pacientes y los aconsejaran sobre el tiempo de reposo necesario, la medicación a tomar y sobre cuando deberán quitarse las vendas y utilizar un sujetador especial. Seguir estas recomendaciones permitirán la vuelta a la actividad rutinaria lo antes posible.
En el Grupo Muguerza-Franco buscamos siempre los mejores resultados para nuestros pacientes es por ello que si estas interesada en someterte a una reducción de pecho, no dudes en ponerte en contacto con nosotros y concertar una cita.