Las cicatrices se desvanecen con el tiempo, pero nunca desaparecen completamente
La cicatriz es un parche de piel permanente que crece sobre una herida. Se forma cuando el cuerpo se cura después de una cortadura, un raspón, una quemadura, una llaga o tras una intervención quirúrgica. Pero estos no son los únicos factores que favorecen su aparición ya que infecciones como la varicela o afecciones de la piel, como el acné, suelen dejar su sello en nuestra dermis para toda la vida.
El aspecto de las cicatrices y su visibilidad depende del tamaño y la profundidad de la herida, su localización, el tiempo de curación, la edad y la tendencia hereditaria a la cicatrización.
Mientras se curan, se puede utilizar maquillaje para cubrirlas. Asimismo, existen determinadas técnicas dermatológicas que ayudan a hacer menos visibles aquéllas que resultan más desagradables para el paciente.
Prevención y tratamiento
Para prevenir en lo posible la formación de cicatrices debemos mantener las cortaduras y los raspones limpios y cubiertos, puesto que la presencia de residuos, bacterias y otras impurezas en la piel abierta puede causar una infección y extender el período inflamatorio.
Usar un apósito y venda estándar normalmente conlleva la formación de costras que pueden conducir a cicatrices antiestéticas. Evita rascarlas o quitarlas ya que estas acciones causan más inflamación, lo que favorece a la generación de nuevas señales.
Hoy en día, gracias a las nuevas tecnologías y los avances médicos, existen procedimientos para asegurar una curación rápida, si has sufrido una lesión en tu piel y minimizar las señales dérmicas.
En Muguerza-Franco conseguimos que muchas cicatrices queden casi invisibles con la combinación de infiltraciones de ácido hialurónico y el uso de diferentes tipos de láser (fundamentalmente láser CO2) y radiofrecuencia fraccionada.
Estos tratamientos y la ingesta de vitamina E o aplicación tópica de la misma mediante aceites y cremas, favorece la cicatrización, ya que esta vitamina protege las células responsables de la formación de colágeno.
No olvides que la vitamina E está presente de forma natural en alimentos como: las semillas de girasol, el pimentón, frutos secos como las almendras y los cacahuetes, los albaricoques o las espinacas. Además de cuidar la piel, la E, te ayuda a prevenir enfermedades de corazón y de visión.
Si estás interesado/a en realizarte alguna de las intervenciones o tienes alguna duda o consulta, en Muguerza-Franco estaremos encantados de ayudarte. Puedes llamarnos al 94 410 62 86 o escribirnos a través del formulario de contacto.