La pandemia, y sus las llamadas virtuales, han aumentado la demanda de operaciones estéticas en particular: en párpados y relleno de arrugas.
El coronavirus, y sus consiguientes restricciones sociales, han aumentado el número de videollamadas o llamadas virtuales generando como nunca antes inseguridades físicas en las personas, un fenómeno denominado “efecto videollamada”. Esta circunstancia ha provocado un aumento considerable en la demanda de las operaciones estéticas sobre todo en el área de los párpados y rostro en general.
Los expertos achacan este fenómeno a que las llamadas virtuales han hecho que seamos mucho más conscientes de las partes que nos desagradan de nuestro rostro. Y es que, según concluye un estudio realizado por Higfive, una empresa estadounidense de videoconferencias, casi el 50 por ciento de los españoles confiesa estar más pendiente de su aspecto físico en las videollamadas que de la propia conversación.
Blefaroplastias
Una las áreas que la mascarilla no puede ocultar es la mirada, en ocasiones incluso la acentúa, es por eso que muchas personas han decidido realizarse una blefaroplastia, una cirugía de los párpados con la que eliminamos las bolsas de grasa y el exceso de piel.
La demanda de este procedimiento han aumentado hasta un 30%, una cirugía que entre la población femenina ha crecido exponencialmente. Hasta el momento eran los hombres los que más se realizaban esta intervención pero este año, el 80% de pacientes han sido del género femenino.
Además, cabe mencionar que la mayoría de blefaroplastias han ido acompañadas de lipofillings o de toxina botulínica ya que de esta manera completamos la zona de la ojera resaltando la zona de pómulos, y en el caso de la toxina botulínica, potenciamos sus efectos.
Relleno de ácido hialurónico
El relleno de ácido hialurónico es otro de los procedimientos que más se han realizado con la pandemia para difuminar las arrugas del rostro, como las famosas “patas de gallo” o “código de barras”, así como para conseguir unos labios más carnosos y jugosos.
En el caso de los labios o pómulos, cuando se realizan las intervenciones de relleno, es habitual que se produzca una leve hinchazón y en este sentido, llevar mascarilla resulta una ventaja.
“Orejas de soplillo”
De manera anecdótica, esta ha sido una de las mayores quejas entre la población con el uso de la mascarilla, ya que para las personas que sufrían de algún tipo de complejo con sus orejas, éstas se han quedado más al descubierto que nunca. Tanto es así, que se ha notado el aumento de pacientes preguntando por la otoplastia, un procedimiento para cambiar la forma, la posición o el tamaño de las orejas.
Si te interesa realizarte alguno de los procedimientos mencionados o necesitas resolver alguna duda, contacta con nosotros a través de nuestro teléfono 94 410 62 86 o el correo muguerzafranco@muguerza-franco.com.